Los cielos cambiaron su paleta de color para volverse a llenar de grises mientras una fina lluvia envuelve todo como si quisiera recordarnos que el verano empaquetó sus cosas y tardará en volver. Es tiempo de lluvia, sí, de hojas en las aceras mojadas y de días que se acortan. Pero la vida, que tiene esas cosas, hace que no todos en la ciudad se muevan al mismo ritmo y a veces decide que alguien debe romper la norma marcada. Es tiempo de lluvia, sí, pero no para todos.
Me miraba
Hace 1 día