El zorro tiene la bien merecida fama de ser un animal desconfiado y esquivo, aunque cuando el hambre asedia la situación se torna bien diferente. Éste es el caso del zorro que aparece en la fotografía y que hace un par de años nos cruzamos un grupo de amigos cuando subíamos al Coriscao (2234m.) desde el Lebaniego pueblo de Pido. La nieve todavía era abundante en aquella época del año y por ello el alimento escaso, así que ni corto ni perezoso nuestro nuevo amigo se dejó fotografiar a cambio de unos trozos de pan.
Sin estrés, sin desorden
Hace 1 día
1 comentario:
Wonderful photography!
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